Un turista llegó de visita a la casa de un sabio maestro. Al entrar se dio cuenta que la morada del viejo consistía de un colchón en el piso y unos pocos libros.
Extrañado, el turista preguntó:
-Disculpe, ¿donde están sus muebles?
El anciano miró con calma al visitante y respondió:
– ¿En donde están los suyos?
-Pero si yo solo estoy aquí de paso – replicó el turista.
El maestro sonrió levemente y continuo:
– Yo también estoy de paso en esta vida, y mal haría en cargar mi existencia con todos los armarios de mi pasado.
Reflexión: Cuales son los armarios del pasado que nos resistimos a soltar? ¿Son los resentimientos, las desilusiones o los dolores con los que hacemos nuestra vida más pesada?
No malgastemos nuestra fuerza en cargar con el pasado.
Que más da si fue justo o injusto. Ya lo pasamos, debemos seguir adelante.
Expresemos nuestra gratitud hacia nosotros mismos y hacia la vida.
Utilicemos nuestros pensamientos en la construcción de nuestros sueños.
No nos aferremos a nuestros dolores.
Seremos más felices si utilizamos nuestra pasión para construir lo que verdaderamente deseamos.
Autor desconocido
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