Esta historia transcurre en el siglo XVII en Japón durante un período de hambre.
Un campesino no tenía con qué alimentar a su familia, se acuerda de la costumbre que promete una fuerte recompensa al que sea capaz de desafiar y vencer al maestro de una escuela de sable.
Aunque no había tocado un arma en su vida, el campesino desafía al maestro más famoso de la región.
El día fijado, delante de un público numeroso, los dos hombres se enfrentan.
El campesino, sin mostrarse nada impresionado por la reputación de su adversario, lo espera a pie firme, mientras que el maestro de sable, estaba un poco turbado por tal determinación.
¿Quién será este hombre?, piensa. Jamás ningún villano hubiera tenido el valor de desafiarme. ¿No será una trampa de mis enemigos?
El campesino, acuciado por el hambre, se adelanta resueltamente hacia su rival.
El maestro duda, desconcertado por la total ausencia de técnica de su adversario. Finalmente, retrocede movido por el miedo. Antes incluso del primer asalto, el maestro siente que será vencido. Baja su sable y dice: Usted es el vencedor. Por primera vez en mi vida he sido abatido.
Entre todas las escuelas de sable, la mía es la más renombrada, es conocida con el nombre de "la que en un solo gesto lleva diez mil golpes".
Puedo preguntar, respetuosamente, el nombre de su escuela?
"La escuela del hambre", responde el campesino.
Reflexión: "Antes de vestir tu cuerpo de blanco, ilumina tu alma". La armonía, el amor y la luz están donde la vida te lleve. La iluminación de tus días y los colores con que los veas dependen de ti. No lo olvides, tú y sólo tú eres el hacedor de tus sueños y tu destino.
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