sábado, 31 de agosto de 2019

Carta escrita el año 2050



Ayer por la mañana, al levantarme, encontré bajo mi puerta un sobre extraño, el papel era grueso y gris, como una especie de "aleación" de papel y metal; no es rígido, no tiene estampilla pero mi nombre y dirección están claramente escritos. Lo abrí con suma curiosidad, al extender las hojas, me extrañó que la letra, escrita a mano, me era familiar. Y lo más sorprendente es la fecha y el contenido, el cual comparto con ustedes, pues parece ser el motivo por el cual fue escrita.


Año 2050

Acabo de cumplir los 40, pero mi apariencia es la de alguien de 55, tengo serios problemas renales porque bebo muy poco agua. Creo que me queda poco tiempo de vida. Recuerdo cuando tenia 15 años, todo era muy diferente. Había muchos árboles en los parques, las casas tenían hermosos jardines y yo podía disfrutar de un baño en la ducha hasta por una hora, sin embargo ahora sólo usamos toallas empapadas en aceite mineral para limpiar la piel. Antes todas las mujeres lucían su hermosa y larga cabellera, ahora debemos afeitarnos la cabeza para poder mantenerla limpia sin agua. Antes mi padre lavaba el auto con el chorro de la manguera, los niños de ahora ni siquiera saben para que sirve una manguera.

Recuerdo que había muchos anuncios que decían "cuida el agua", aparecían en la radio, la televisión, periódicos, pero nadie los tomaba en cuenta...., pensábamos que el agua jamas se podía terminar, mas ahora, todos los ríos, presas, lagunas y mantos acuíferos están irreversíblemente contaminados o agotados. Antes la cantidad de agua indicada como ideal para beber eran de ocho vasos al día por persona adulta, yo hoy solo puedo beber medio vaso. La ropa es desechable, con lo que aumenta grandemente la cantidad de basura; hemos tenido que construir de nuevo letrinas como en el siglo pasado.

Muchísimos murieron de infecciones gastrointestinales, enfermedades de la piel y de las vías urinarias.

No hay industrias, ni talleres, por lo tanto hay desempleo. De los pocos lugares para trabajar hoy, en las plantas desalinizadoras, donde algunos obreros prefieren recibir agua potable en vez de salario.

Existen asaltos con el único propósito de apoderarse de un balde con agua.

La tasa de mortalidad entre niños y ancianos es enorme a causa de problemas renales, deshidratacion, enfermedades virales e infecciosas.

Mis padres y dos de mis hijos ya no están conmigo, murieron por esas causas.

La comida es 80% sintética. Por la resequedad de la piel una joven de 20 años luce como de 35. Los científicos investigan, pero no hay solución posible. 
No se puede fabricar agua, el oxigeno también se ha degradado por falta de arboles lo que ha disminuido el coeficiente intelectual de las nuevas generaciones.

Se ha alterado la morfología del espermatozoide de muchos individuos. Como consecuencia: niños con insuficiencias, mutaciones y deformaciones.

El gobierno incluso nos cobra por el aire que respiramos: 137 m3 por día por habitante adulto.

La gente que no puede pagar es arrojada de las "zonas ventiladas", que están dotadas de gigantescos pulmones mecánicos que funcionan con energía solar; no es de buena calidad pero se puede respirar.

La edad promedio es de 40 años.

En algunos países quedan manchas de vegetación con su respectivo río que es fuertemente custodiado por el ejercito. El agua se ha vuelto un tesoro muy codiciado, mas que el oro o los diamantes.

Aquí en cambio, no hay arboles porque casi nunca llueve y cuando llega a registrarse una precipitación, es de lluvia ácida. Las estaciones del año han sido severamente transformadas por las pruebas atómicas que se hicieron en el siglo XX, entre otras causas.

Se advirtió entonces que había que "cuidar el medio ambiente".

Cuando mi hija me pide que le hable de cuando era joven le describo lo hermoso que eran los bosques, le hablo de la lluvia, de las flores, de lo agradable que era bañarse y poder pescar en los ríos y embalses, beber toda el agua que quisiera, lo saludable que era la gente.

Ella me pregunta:

Papá, ¿Por que se acabo el agua? ...

Entonces, siento un nudo en la garganta; no puedo dejar de sentirme culpable, pertenezco a la generación del derroche.

Hasta hace apenas cinco anos se nos advirtió: "gota a gota, el agua se agota" y no quisimos tomarlo en serio.

Ahora nuestros hijos pagan un alto precio. Por favor, cuidemos el agua y la energía.

Hagámoslo por y para nuestros hijos!

El mensaje esta firmado: por... Mi hija!



Documento extraído de la revista biografía
"Crónica de los Tiempos" de abril de 2004


Una hermosa carta



La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios más altos y temperamentos más reducidos.


Carreteras más anchas y puntos de vista más estrechos.

Gastamos más pero tenemos menos, compramos más pero disfrutamos menos.

Tenemos casas más grandes y familias más chicas, mayores comodidades y menos tiempo.

Tenemos más grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, más expertos pero más problemas, mejor medicina pero menor bienestar.

Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reímos muy poco, conducimos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiado televisión y oramos muy rara vez.

Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores.

Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.

Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir.

Añadimos años a nuestras vidas,no vida a nuestros años.

Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino

Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior.

Hemos hecho grandes cosas,pero no por ello mejores.

Hemos limpiado el aire,pero contaminamos nuestra alma.

Conquistamos el átomo,pero no nuestros prejuicios.

Escribimos más, pero aprendemos menos..

Planeamos más, pero logramos menos..

Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar.

Producimos computadoras que pueden procesar mayor información y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.

Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales.

Hoy en día hay dos ingresos pero más divorcios, casas más lujosas, pero hogares rotos.

Son tiempos de viajes rápidos, pañales desechables, moral descartable, acostones de una noche, cuerpos obesos, y píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar.

Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega.

Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tú puedes elegir compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.

Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos, porque ellos no estarán aquí siempre.

Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de tí.

Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca, porque ése es el único tesoro que puedes dar con el corazón sin que te cueste ni un céntimo.

Acuérdate de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos; pero sobre todo, dílo sinceramente.

Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con toda el alma.

Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus más preciadas ideas.
Y siempre recuerda: La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.



George Carlin


Hoy es un buen día



– Hoy es un buen día para empezar a tirar todo lo que nos hace mal…tristezas, lágrimas…


– Hoy es un buen día para empezar a dejar el odio y el rencor de lado.

– Hoy es un buen día para empezar a ponerle luz a nuestra vida.

– Hoy es un buen día para empezar a reorganizar todo lo que hemos dejado atrás.

– Hoy es un buen día para empezar a vivir en libertad.

– Hoy es un buen día para empezar a estar despierto, respirar y caminar.

– Hoy es un buen día para empezar a andar sin ninguna dificultad, solo debemos luchar, hasta el final…

– Hoy es un buen día para empezar a dejar que el sol ilumine nuestra vida y la lluvia nos moje la cara…

– Hoy es un buen día para empezar a ver el arco iris que hay detrás de esa inmensa nube que se llama soledad.

– Hoy es un buen día para empezar a darle rienda suelta a la imaginación y dejarte llevar…

– Hoy es un buen día para empezar a sonreír porque una sonrisa nos puede iluminar el día.

– Hoy es un buen día para empezar a dar besos, caricias, abrazos y no sé cuantas cosas más.

– Hoy es un buen día para empezar a decirle a esa persona especial que está a tu lado cuanto la amas.

– Hoy es un buen día para empezar a hacer borrón y cuenta nueva, y dejar todo atrás.

– Hoy es un buen día para empezar…



Autor desconocido

Estaciones de la vida



Había una vez un hombre con cuatro hijos.


El deseaba que sus hijos aprendieran a no juzgar las cosas tan rápido.

Así que los envió a cada uno a una gran aventura; su objetivo…… ir en búsqueda de un árbol, el cual se encontraba lejos a una gran distancia.

El primer hijo se fue al invierno, el segundo se fue a la primavera, el tercero al verano, y el mas joven al otoño.

Cuando ellos se fueron y regresaron, él los mando a llamar para preguntarles que habían observado.

El primer hijo comento que el árbol era horrible, doblado y torcido.

El segundo hijo comento que el árbol estaba cubierto de un hermoso follaje y flores.

El tercer hijo estuvo en total desacuerdo. El comento que el árbol estaba lleno de brotes florales, que desprendían un aroma dulce, fresco y hermoso. El árbol era la cosa mas hermosa que jamás había visto.

El ultimo hijo se encontraba en total desacuerdo con los anteriores.

Comento que el árbol estaba cargado de frutos , tan lleno de vida y esplendor…

Entonces el hombre explico a los cuatro, que todos tenían la razón.

Porque cada unos de ellos había observado solamente una sola temporada en la vida de aquel árbol.

El les explico que no puedes juzgar a nadie, solamente por una temporada de su vida.

La esencia de las cosas y de quienes somos, así como los placeres, alegrías, y el amor proveniente de la vida, solo puede ser medida al final, cuando todas las etapas de su vida se han reunido.

Si te das por vencido cuando es invierno, perderás las oportunidades de la primavera, la belleza del verano, y las promesas del otoño.

No dejes que el dolor de una temporada, destruya el gozo de las demás.
Y no juzgues la vida por una época difícil..

Mantente firme en las dificultades, y mejores tiempos vendrán con plena seguridad..

Vive simple. Ama generosamente, y que te importe todo.

Habla con gentileza. Y deja todo lo demás a Dios.
La Felicidad te mantiene Agradable.
Los Intentos te mantienen Fuerte.
Los Sufrimientos te mantienen Humano.
Las Derrotas te mantienen Humilde.
Los Éxitos te mantienen en Crecimiento.
Pero solo DIOS te mantiene andando…


Autor desconocido



Urgente



Para ti, que siempre vives la vida a un ritmo vertiginoso, quiero recordarte que lo más importante que tienes en la vida, eres tú y todos los que te rodean, y recuerda que:

Urgente, es una palabra con la que vivimos día a día, en nuestra agitada vida, y a la cual, le hemos perdido ya todo significado de premura y prioridad.


Urgente, es la manera más pobre de vivir en este mundo, porque sabes, el día que nos vamos, dejamos pendiente las cosas, que verdaderamente fueron urgentes.

Urgente, es que hagas un alto en tu ajetreada vida, y te preguntes: ¿qué significado tiene todo esto que yo hago?

Urgente, es que seas más amigo, más humano, más hermano.

Urgente, es que sepas valorar el tiempo que te pide un niño, una niña.

Urgente, es que cada mañana, cuando veas salir el sol, te impregnes de su calor, y le des gracias al Señor, por tan maravilloso regalo.

Urgente, es que mires a tu familia, a tus hijos, a tu esposa, y a todos los que te rodean, y valores ese tan maravilloso tesoro.

Urgente, es que le digas a las personas que quieres, hoy, no mañana, cuánto los quieres

Urgente, es que te sepas hijo de Dios, y te des cuenta que él, te ama, y quiere verte sonreír feliz y lleno de vida.

Urgente, es que no se te vaya la vida en un soplo y que cuando mires hacia atrás, seas ya un anciano que no puede echar tiempo atrás, que todo lo hizo….¡urgente!

Que fue un gran empresario, un gran artista, un gran profesional, que llenó su agenda de urgencias, de citas, proyectos, pero dentro de todo, lo más importante…

SE TE OLVIDÓ VIVIR.


Facundo Cabral

Un abrazo



Un abrazo es el festejo del encuentro, el consuelo del dolor, la alegría de tener a la persona que amas…

Un abrazo pone al descubierto nuestros sentimientos, nuestros miedos, nuestra necesidad de contención…

Un abrazo nos acerca corazón con corazón,nos deja sentir la intensidad de nuestros latidos, el calor de nuestros cuerpos…

Un abrazo es entregarse al otro, y dejar que el otro también se entregue…

Es resguardo… es protección… 

¿Quién no necesita en algún momento de su vida guarecerse entre unos brazos llenos de ternura?

¿Quién no necesita desnudar sus sentimientos sin palabras rodeando con amor a quien uno quiere?

Yo sí lo necesito y es tan grande esta necesidad que en este preciso instante quisiera abrir los brazos…para poder abrazarte!!!!!!!
Me dejas abrazarte???


Autor desconocido


Amor al rey



Cuentan que había una vez un rey muy apuesto que estaba buscando esposa. Por su palacio pasaron todas las mujeres más hermosas del reino y de otros más lejanos; muchas le ofrecían además de su belleza y encantos muchas riquezas, pero ninguna lo satisfacía tanto como para convertirse en su reina. Cierto día llegó una mendiga al palacio de este rey y con mucha lucha consiguió una audiencia.

“No tengo nada material que ofrecerte; solo puedo darte el gran amor que siento por ti” le dijo al rey: “Si me permites puedo hacer algo para demostrarte ese amor”.

Esto despertó la curiosidad del rey, quien le pidió que dijera que sería eso que podía hacer. “Pasaré 100 días en tu balcón, sin comer ni beber nada, expuesta a la lluvia, al sereno, al sol y al frío de la noche. Si puedo soportar estos 100 días, entonces me convertirás en tu esposa”.

El rey, sorprendido más que conmovido, aceptó el reto. Le dijo: “Acepto. Si una mujer puede hacer todo esto por mí, es digna de ser mi esposa.

Dicho esto la mujer empezó su sacrificio. Empezaron a pasar los días y la mujer valientemente soportaba las peores tempestades. Muchas veces sentía que desfallecía del hambre y el frío, pero la alentaba imaginarse finalmente al lado de su gran amor.

De vez en cuando el rey asomaba la cara desde la comodidad de su habitación para verla y le hacía señas de aliento con el pulgar. Así fue pasando el tiempo… 20 días… 50 días… la gente del reino estaba feliz, pues pensaban “¡por fin tendremos reina!” 90 días habían pasado y el rey continuaba asomando su cabeza de vez en cuando para ver los progresos de la mujer. “Esta mujer es increíble” pensaba para sí mismo y volvía a darle alientos con señas.


Al fin llegó el día 99 y todo el pueblo empezó a reunirse en las afueras del palacio para ver el momento en que aquella mendiga se convertiría en esposa del rey. Fueron contando las horas… a las 12 de la noche de ese día tendrían reina! La pobre mujer estaba muy desmejorada; había enflaquecido mucho y contraído enfermedades.


Entonces sucedió. A las 11: 00 del día 100, la valiente mujer se rindió… Y decidió retirarse de aquel palacio. Dio una triste mirada al sorprendido rey y sin decir ni media palabra se marchó. La gente estaba conmocionada. Nadie podía entender por qué aquella valiente mujer se había rendido faltando tan solo 1 hora para ver sus sueños convertirse en realidad! ¡Había soportado tanto!

Al llegar a su casa, su padre se había enterado ya de lo sucedido y le preguntó: “¿Por qué te rendiste a tan solo instantes de ser la reina?”

Y ante su asombro ella respondió:


“Estuve 99 días y 23 horas en su balcón, soportando todo tipo de calamidades y no fue capaz de liberarme de ese sacrificio. Me veía padecer y solo me alentaba a continuar, sin mostrar siquiera un poco de piedad ante mi sufrimiento. Esperé todo este tiempo un atisbo de bondad y consideración que nunca llegaron. Entonces entendí: una persona tan egoísta, desconsiderada y ciega, que solo piensa en sí misma, no merece mi amor”


Moraleja: Cuando ames a alguien y sientas que para mantener a esa persona a tu lado tienes que sufrir, sacrificar tu esencia y hasta rogar… aunque te duela retírate. Y no tanto porque las cosas se tornen difíciles, sino porque quien no te haga sentir valorado, quien no sea capaz de dar lo mismo que tú, quien no pueda establecer el mismo compromiso, la misma entrega… Simplemente… no te merece.

Autor desconocido


viernes, 30 de agosto de 2019

La mariposa enamorada



Cuenta la leyenda que una joven mariposa –de cuerpo frágil y alma sensible- volaba cierta tarde jugando con el viento, cuando vio una estrella muy brillante, y se enamoró. Excitadísima, regresó inmediatamente a su casa, loca por contar a su madre que había descubierto lo que era el amor.

-¡Qué tontería! –fue la fría respuesta que escuchó-. Las estrellas no fueron hechas para que las mariposas pudieran volar a su alrededor. Búscate un poste, o una pantalla, y enamórate de algo así: para eso fuimos creadas.

Decepcionada, la mariposa decidió simplemente ignorar el comentario de la madre, y se permitió volver a alegrarse con su descubrimiento: “¡Qué maravilla poder soñar!”, pensaba. La noche siguiente la estrella continuaba en el mismo lugar, y ella decidió que subiría hasta el cielo y volaría en torno de aquella luz radiante para demostrarle su amor. Fue muy difícil sobrepasar la altura a la cual estaba acostumbrada, pero consiguió subir algunos metros por encima de su nivel de vuelo normal.

Pensó que si cada día progresaba un poquito, terminaría llegando hasta la estrella. Así que se armó de paciencia y comenzó a intentar vencer la distancia que la separaba de su amor. Esperaba con ansiedad la llegada de la noche, y cuando veía los primeros rayos de la estrella, agitaba ansiosamente sus alas en dirección al firmamento.

Su madre estaba cada vez más furiosa:

-Estoy muy decepcionada con mi hija –decía-. Todas sus hermanas, primas y sobrinas ya tienen lindas quemaduras en sus alas, provocadas por las lámparas. Sólo el calor de una lámpara es capaz de entusiasmar el corazón de una mariposa: debería dejar de lado estos sueños inútiles y conseguir un amor posible de alcanzar.

La joven mariposa, irritada porque nadie respetaba lo que sentía, decidió irse de la casa. Pero en el fondo –como, por otra parte, siempre sucede- quedó marcada por las palabras de su madre, y consideró que ella tenía razón. Así durante algún tiempo, intentó olvidar a la estrella y enamorarse de la luz de las pantallas de casas suntuosas, de las luces que mostraban los colores de cuadros magníficos, del fuego de las velas que quemaban en las más bellas catedrales del mundo. Pero su corazón no conseguía olvidar a la estrella y después de ver que la vida sin su verdadero amor no tenía sentido, resolvió reemprender su itinerario en dirección al cielo.

Noche tras noche intentaba volar lo más alto posible pero cuando la mañana llegaba, estaba con el cuerpo helado y el alma sumergida en la tristeza. Entretanto, a medida que se iba haciendo mayor, pasó a prestar atención a todo cuanto veía a su alrededor. Desde allá arriba podía vislumbrar las ciudades llenas de luces, donde probablemente sus primas, hermanas y sobrinas ya habían encontrado un amor. Veía las montañas heladas, los océanos con olas gigantescas, las nubes que cambiaban de forma a cada minuto. La mariposa comenzó a amar cada vez más a su estrella, porque era ella la que la impulsaba a conocer un mundo tan rico y hermoso.

Pasó mucho tiempo y un buen día ella decidió volver a su casa. Fue entonces que supo por los vecinos que su madre, sus hermanas, primas y sobrinas, y todas las mariposas que había conocido, ya habían muerto quemadas en las lámparas y en las llamas de las velas, destruidas por un amor que juzgaban fácil.

La mariposa, aun cuando jamás consiguió llegar hasta su estrella, vivió muchos años aún, descubriendo cada noche cosas diferentes e interesantes. Y comprendiendo que, a veces, los amores imposibles traen muchas más alegrías y beneficios que aquellos que están al alcance de nuestras manos.


Paulo Coelho


Recuperar nuestro poder



En una pequeña y pacífica aldea, vive un sabio. Un día, de pronto, todas las gallinas caen muertas. Entonces los aldeanos van a ver al sabio y le preguntan:

-¿Qué dice usted de esto, es una maldición?

-No -responde el sabio- es algo bendito. No puedo decirles por qué, pero es para nuestro bien.

Los aldeanos se van refunfuñando, diciendo que el sabio ya envejeció demasiado…. Al día siguiente todos los perros se desploman, paralizados. Los aldeanos regresan a ver al sabio.

-¿Y ahora, díganos, esto es bueno o es malo?

-¡Es bueno!

Al tercer día, todos los fuegos se apagan. No funcionan las cocinas, ni los hornos para el pan, ni las calefacciones, no pueden encender una antorcha. Corren otra vez a la choza del sabio.

-¡Ahora sí que es verdaderamente una maldición!

-¡No, es para nuestro bien!

– ¿Cómo puede decir que es bueno que nuestras gallinas mueran, los perros se paralicen y los fuegos se apaguen? ¡Se ha vuelto loco, ya no creemos en usted!

En ese momento una banda de bandidos pasa cerca de la aldea. Todos los aldeanos se aterran pensando que serán robados. Se ocultan reteniendo lo más que pueden su respiración. Pero el jefe de los ladrones observa las calles vacías y dice:

“No hay gallinas, no hay perros, no sale humo de las chimeneas, aquí no vive nadie. Vámonos”…. Y es así como los aldeanos se salvan de una muerte segura.

A veces nos suceden cosas que sentimos como una catástrofe.

Sin embargo, cuando tienes una gran pérdida, el mundo te da un bien mayor que no esperabas. La perdida y lo obtenido se equilibran. Pero, si no estás en la vía espiritual, todo lo que te sucede te parece totalmente nefasto, a semejanza de los aldeanos del cuento.

Si te privan de algo, pregúntate si no eres tú quien ha provocado esto, y dirás que, quizás eso sea para tu bien.

Así como los aldeanos pierden a sus animales y su fuego, nosotros, que vivimos en una época difícil, estamos perdiendo antiguas amarras que nos daban la seguridad. Estábamos atados a unas costumbres, a una moral religiosa, a una cultura, a unas ideas políticas, a un sistema económico. Todo esto nos ha decepcionado. El mundo ha entrado en crisis. Y los individuos también.

El mundo, con sus leyes caducas, no nos pide nuestro parecer. Quienes acaparan el poder, no nos dejan ser lo que somos, nos obligan a ser lo que ellos quieren que seamos. Debemos luchar y trabajar para enriquecer a las grandes multinacionales. ¿Es esto una maldición? ¡No, es para nuestro bien!

Así como el gusano se retuerce para dar origen a una mariposa, la situación actual, donde hasta el planeta se menea, nos propulsa hacia un despertar inminente de la consciencia.

Aprendemos a ser libres, a desprendernos de todo lo que no es auténtico: osaremos demoler los límites inculcados en nuestra mente por culturas que durante siglos han vivido impidiendo el cambio, la mutación, para así, en nombre de la tradición, intentar esclavizarnos. Entre la dispersión subjetiva, pensar una cosa, amar otra, desear otra y hacer otra cosa, elegiremos la unidad, para así gestarnos a nosotros mismos, aprendiendo a amarnos liberados del Yo, reconociendo que somos una obra divina.

Entonces, sin jefes bufones, seremos dueños de nosotros mismos, con confianza total en nuestro destino, en la unión con todos y en la aceptación como única patria al Planeta Tierra.


Alejandro Jodorowsky


El fracaso



– Fracaso no significa que somos unos fracasados.
Significa que todavía no hemos tenido éxito.

– Fracaso no significa que no hemos logrado nada.
Significa que hemos aprendido algo.

– Fracaso no significa que hemos actuado como necios.
Significa que hemos tenido mucha fe.

– Fracaso no significa que hemos sufrido el descrédito.
Significa que estuvimos dispuestos a probar.

– Fracaso no significa falta de capacidad.
Significa que debemos hacer las cosas de distinta manera.

– Fracaso no significa que somos inferiores.
Significa que no somos perfectos.

– Fracaso no significa que hemos perdido nuestra vida.
Significa que tenemos buenas razones para empezar de nuevo.

– Fracaso no significa que debemos echarnos atrás.
Significa que tenemos que luchar con mayor ahínco.

– Fracaso no significa que jamás lograremos nuestras metas.
Significa que tardaremos un poco más en alcanzarlas.

– Fracaso no significa que Dios nos ha abandonado
¡Significa que DIOS tiene una idea mejor!


Autor Desconocido


El otro y yo



– Cuando el otro no acaba su trabajo, digo que es perezoso.
Cuando yo no acabo mi trabajo, es que estoy demasiado ocupado.

– Cuando el otro habla de alguien, es maledicencia.
Cuando lo hago yo, es crítica constructiva.

– Cuando el otro defiende su punto de vista, es un tozudo
Cuando yo defiendo mi punto de vista, tengo firmeza.

– Cuando el otro no me habla, es una afrenta.
Cuando yo no le hablo, es un simple olvido.

– Cuando el otro necesita mucho tiempo para hacer cualquier cosa, es lento.
Cuando yo necesito mucho tiempo para hacer cualquier cosa, soy cuidadoso.

– Cuando el otro es amable, algo está tramando.
Cuando yo soy amable, soy maravilloso.

– Cuando el otro ve los dos aspectos de una cuestión, es oportunista.
Cuando yo veo los dos aspectos de una cuestión, soy inteligente.

– Cuando el otro es rápido haciendo cualquier cosa, es negligente.
Cuando yo soy rápido haciendo cualquier cosa, soy hábil.

– Cuando el otro defiende sus derechos, es un egoísta.
Cuando yo defiendo mis derechos, demuestro tener carácter.

– Cuando el otro hace cualquier cosa sin que se le pida, es un entrometido.
Cuando yo hago cualquier cosa sin que se me pida, tengo iniciativa.

Ponte en el lugar del otro, enriquecerá tu punto de vista.


Autor desconocido


La aventura de leer



David era un niño muy listo. Era tan aplicado que aprendió a leer cuando solo tenía cuatro años. Siempre le pedía a sus papás que le regalaran libros para así poderlos leer antes de dormir.


Le encantaban las historias de aventuras, esas en las que un caballero lucha contra un dragón para salvar a la princesa o aquellos en los que unos piratas navegan por los mares, en busca de grandes tesoros.

Había uno que le gustaba especialmente, “El país de la felicidad” donde un niño llamado Cirilo recorre medio mundo buscando un país encantado donde no existe la tristeza, solo la alegría.

Cirilo conoce muchos países, mucha gente, le suceden muchas cosas, unas buenas y otras no tanto, pero al final encuentra lo que busca, un país donde reina la felicidad.

¡Cómo le gustaba a David leer ese cuento! Unas veces lo leía él solito, otras le pedía a su mamá que se lo leyera mientras él se dormía imaginándose que era Cirilo y vivía todas esa aventuras.

Cuando llegó el octavo cumpleaños de David, sus papás le regalaron una consola de videojuegos pero le pusieron una condición, que sólo jugase con ella los fines de semana y no descuidase sus estudios y otras aficiones.

Al principio David cumplió su promesa y jugaba los sábados y algún domingo pero, poco a poco y sin darse cuenta, comenzó a desobedecer a sus padres jugando también los días de diario.

Empezó jugando los lunes, luego algún que otro martes, muchos miércoles también, así hasta que llegó el día en que David no hacía otra cosa que jugar a los videojuegos.


Pasaba demasiado tiempo delante de la consola, tanto que descuidó muchas cosas. Entre ellas la lectura. ¡No! ¡David ya no leía! Ni siquiera dejaba que su mamá le leyera algún cuento antes de dormir. Pero ¿cómo pudo suceder?

Pasó el tiempo y los cuentos que David guardaba cuidadosamente en la estantería de su habitación se fueron llenando de polvo, fueron perdiendo color. Era como si los libros estuvieran enfermando.

Una noche algo asombroso sucedió. Mientras David dormía, de entre las páginas de los libros salieron todos los personajes de las historias que no hace mucho eran leídas por nuestro amigo.

Se fueron reuniendo, uno a uno, bajo la ventana del dormitorio y, cuando estuvieron todos, comenzaron a hablar entre ellos, preocupados por la nueva actitud de David.

No entendían qué le había pasado. Por qué ahora, de repente, no leía sus historias. Tenían que hacer algo para recuperar a su amigo. Estuvieron un buen rato pensando y a ninguno se le ocurría nada.

De repente, Cirilo, el personaje de “El país de la felicidad” gritó:

– “¡Creo que sé qué podemos hacer! He entrado en la mente de David y entre sus pensamientos no he encontrado ni rastro de nuestras historias. Está tan ocupado en jugar con los videojuegos que se ha olvidado de todo lo demás.

Propongo que a partir de mañana entremos en sus sueños, cada noche, uno de nosotros y así le hagamos recordar lo divertido que es leer. Es posible que así le convenzamos de que debe volver a abrir nuestros libros y releer nuestras historias”.

A todos les pareció una buena idea lo propuesto por Cirilo y así lo harían. La primera noche fueron los piratas los que entraron en los sueños de David. 

Intentaron convencerlo para que volviera a vivir con ellos infinitas aventuras buscando tesoros.

Pero al día siguiente nada cambió en el comportamiento de David y los piratas se disgustaron tanto que cayeron al suelo dormidos y no volvieron a despertar.

La segunda noche lo intentó el caballero del libro “La princesa y el dragón” pero a pesar de luchar insistentemente para que David recordara y volviera a ser el de antes, no consiguió que a la mañana siguiente leyera ningún cuento. Tal fue la tristeza, que cayó desmayado al suelo y junto a él, la princesa y el dragón.

Así fueron pasando las noches y nadie conseguía convencer a David de que volviera a leer y para mayor desgracia, todos los que lo intentaban caían en un sueño del que no despertaban.

Llegó la noche en la que Cirilo tenía que entrar en los sueños de David. Cirilo temía que le pasara lo mismo que a sus compañeros, que se durmiera y no pudiera volver a despertar. Aunque lo que más le preocupaba era sentir el olvido y el desprecio de David.

Cirilo se armó de valentía y se adentró en los sueños de su amigo David. Juntos volvieron a disfrutar de un montón de aventuras buscando el país de la felicidad.

Pasada la noche y entrada la mañana, David se despertó con una sensación extraña. Se sentía triste y vacío. Recordó que hacía mucho tiempo que no leía cuentos con su mamá y eso le entristeció más aún. Saltó de la cama y se dirigió corriendo a su estantería donde tenía colocados todos sus libros.

Con asombro vio como sus libros habían perdido todo el color y al abrirlos descubrió que todas las páginas estaban en blanco. ¡No podía ser! Todas las historias que tanto le hacían disfrutar se habían borrado.

David no podía contener el llanto. Corriendo fue a contarle lo ocurrido a su mamá, quién le secó las lágrimas y dulcemente, le dijo:

-“Cariño, no te preocupes. Hemos leído tantas veces estos cuentos que nos sabemos las historias de memoria, por ello, vamos a volver a escribirlos los dos”.

Coge un lápiz que estás páginas que ahora están en blanco, volverán a contar las mismas historias que hace un tiempo leíamos tú y yo”.

Y así lo hicieron. A medida que iban escribiendo las historias, los personajes que en ellas habitan iban despertando del sueño que les tenía prisioneros. Recobraban la vida y volvían a llenar la estantería de David de bonitos colores.

Por cada libro que finalizaban, mayor era la felicidad que David sentía en su corazón. Y cuando terminaron con todos los libros, David dejó de sentir vacío en su interior. Se sentía tan bien, que no volvió a descuidar la lectura. 

Siempre que podía se compraba un libro o pedía que se lo regalaran por su cumpleaños.

Ahora David, no tiene una estantería con libros, sino, varias estanterías con muchos libros. Y lo mejor de todo es que son libros que jamás perderán el color.

Marisol


Regalos



Hay muchas formas de dar un regalo, aquí les anoto algunas:

1.- El regalo de Escuchar.

Pero realmente escuchar sin interrumpir, bostezar, o criticar. Sólo escuchar.


2.- El regalo del Cariño.


Ser generoso con besos, abrazos, palmadas en la espalda y apretones de manos. Estas pequeñas acciones demuestran el cariño por tu familia y amigos.


3.- El regalo de la Sonrisa.

Llena tu vida de imágenes con sonrisas, dibujos, caricaturas y tu regalo dirá: “me gusta reír contigo”.


4.- El regalo de las Notas Escritas.

Esto puede ser un simple “gracias por ayudarme”, un detalle como estos puede ser recordado de por vida y cambiarla aún.


5.- El regalo de un Cumplido.
Un simple y sincero “te ves genial de rojo”, “has hecho un gran trabajo” o “fue una estupenda comida”, puede hacer especial un día.


6.- El regalo del Favor.

Todo los días procura hacer un favor.


7.- El regalo de la Soledad.

Hay días que no hay nada mejor que estar solo. Sé sensible a aquellos días y da este regalo o solicítalo a los demás.


8.- El regalo de la Disposición a la Gratitud.

La forma más fácil de hacer sentir bien a la gente es decirle cosas que no son difíciles de decir como “Hola” y “Muchas Gracias”. Los amigos son raras joyas que pueden hacerte enojar y sonreír, que poco a poco aprenden a escuchar, a alentarte y ellos siempre abrirán su corazón a nosotros. Demuéstrale a tus amigos cuanto es lo mucho que los estimas.



Autor desconocido

La tortuga disconforme



Había una vez, una tortuga que estaba cansada de ser tortuga. Odiaba su paso lento y su gran caparazón que la recubría. Fue a ver a un conejo mago para que le solucionara el tema. Entonces, deseó no tener más el caparazón creyendo que así iría más rápido.

El deseo se le cumplió, pero caminaba igual de lento. En eso vio qué rápido andaba un ciempiés, deseó serlo y se convirtió en uno. ¡Pero qué diminuta que era!

Quiso cambiar enseguida, pensó en volar pero sin tener que llevar esas pumas feas de los pájaros y se convirtió en un murciélago. “¡Pero qué pedí! -pensó abrumada la tortuga-, todo el mundo me tiene miedo; ¡quiero esconderme, quiero ser otro animal!”. La pobre tortuga ahora era una fea rata escondiéndose de todos.

Entonces pensó: “Quiero ser admirada por todos! ¡Quiero ser fuerte y dominante!” Al instante se transformó en una leona. Ahora se sentía orgullosa de lo que era pero…veía que todos le temían y se alejaban de ella. El sentimiento de soledad se apoderó de ella y pidió cambiar por el animal que sea mientras no fuese rechazada.

La suerte esta vez la transformó en una perrita, y miembro de una familia. Duró unos días antes de que renegara de nuevo por lo que era. Directamente quería ser admirada, libre, no temida, fuerte, rápida y lo mejor era volar. Esta vez era un águila que volaba libre por los cielos. ¡Qué felicidad! Creía que al fin se sentía bien consigo misma.

Pero ocurrió lo de siempre. Deseó vivir en el agua, pero, esta vez sólo se convirtió en la tortuga que era. “Corriendo” fue a ver al conejo mago de nuevo, pero éste no estaba, sólo le había dejado una carta que decía: “conténtate con lo que eres, acéptalo y serás feliz.”

Esta vez la tortuga se puso a pensar todo lo que tenía de bueno ser tortuga.



Autor desconocido



No te rindas




Cuando las cosas van mal, como a veces pasa, 
cuando el camino se ponga cuesta arriba,
cuando tus recursos bajen y las deudas suban,
cuando al sonreír, debas ahogar las lágrimas,
cuando tus preocupaciones te tengan agobiado,
descansa, si te urge, pero no te rindas.

La vida es rara con sus idas y venidas,
donde las contradicciones son el pan de cada día,
y si el fracaso, entonces, llama a tu puerta
y te invita a mirar hacia atrás, no le des entrada,
lucha, mira hacia delante, no te rindas.

El triunfo puede estar al girar la esquina.

El triunfo es el fracaso al revés;
es el matiz plateado de esa nube incierta
que no te deja ver su cercanía...
aunque lo tengas ya al alcance de la mano.

Por eso, ¡decídete a luchar sin tregua, porque, 
en verdad, cuando todo empeora,
el que es valiente, no se rinde, lucha!



Anonimo

No te rindas amigo



No te rindas, AMIGO!!!

No te rindas, aún estás a tiempo de abrazar la vida y comenzar de nuevo, aceptar tu sombra, liberar el lastre y retomar el vuelo.

No te rindas, que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, abrir las esclusas, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo.

No te rindas, por favor, no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se acalle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tu seno.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque lo has querido y porque yo te quiero, porque existe el vino y el amor es cierto, porque no hay herida que no cure el tiempo.

Abrir las puertas, quitar los cerrojos, bajar el puente y cruzar el foso, abandonar las murallas que te protegieron, volver a la vida y aceptar el reto.

Recuperar la risa, ensayar un canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida, remontar los cielos.

No te rindas, por favor, amigo , no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se acalle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tu seno.

Porque cada día es un comienzo nuevo, porque ésta es la hora y el mejor momento, porque tienes alas y puedes hacerlo, porque no estás solo y porque yo te quiero.


Autor desconocido


¿Qué es amor?



En una de las salas de un colegio habían varios niños. Uno de ellos preguntó:
Maestra… ¿qué es el amor? 


La maestra sintió que la criatura merecía una respuesta que estuviese a la altura de la pregunta inteligente que había formulado. Como ya estaban en hora de recreo, pidió a sus alumnos que dieran una vuelta por el patio de la escuela y trajesen lo que más despertase en ellos el sentimiento del amor.

Los chicos salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les dijo:
Quiero que cada uno muestre lo que trajo consigo. 

El primer alumno respondió: Yo traje esta flor, ¿no es linda?
Cuando llegó su turno, el segundo alumno dijo: Yo traje esta mariposa. Vea el colorido de sus alas; la voy a colocar en mi colección.

El tercer alumno completó: Yo traje este pichón de pajarito que se cayó del nido, hermano: ¿no es gracioso?

Y así los chicos, uno a uno, fueron colocando lo que habían recogido en el patio. 

Terminada la exposición, la maestra notó que una de las niñas no había traído nada y que había permanecido quieta durante todo el tiempo. Se sentía avergonzada porque no había traído nada. 

La maestra se dirigió a ella y le preguntó:

Muy bien: ¿y tú? ¿no has encontrado nada?

La criatura, tímidamente, respondió: Disculpe, maestra. Vi la flor y sentí su perfume; pensé en arrancarla pero preferí dejarla para que exhalase su aroma por más tiempo. Vi también la mariposa, suave, colorida, pero parecía tan feliz que no tuve el coraje de aprisionarla. Vi también el pichoncito caído entre las hojas, pero… al subir al árbol, noté la mirada triste de su madre y preferí devolverlo al nido.

Por lo tanto, maestra, traigo conmigo el perfume de la flor, la sensación de libertad de la mariposa y la gratitud que observé en los ojos de la madre del pajarito. ¿Cómo puedo mostrar lo que traje?

La maestra agradeció a la alumna y le dio la nota máxima, considerando que había sido la única que logró percibir que sólo podemos traer el amor en el corazón.

Amor no es tomar, arrancar, capturar, forzar, ganar o perder.
Amar es llevar en el alma, es recordar, es disfrutar, amar es ser libre y dejar libre…


Autor desconocido


Uno crece



Imposible atravesar la vida…


Sin que un trabajo salga mal hecho,

Sin que una amistad cause decepción,

Sin padecer algún quebranto de salud,

Sin que nadie de la familia fallezca,

Sin que un amor nos abandone…

Sin equivocarse en un negocio.

Ese es el costo de vivir.

Sin embargo lo importante no es lo que suceda, sino como reaccionamos nosotros…

Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes, vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.

Uno crece cuando no hay vacío de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe.

Uno crece al aceptar la realidad y al tener el aplomo de vivirla.

Crece cuando acepta su destino, y tiene voluntad de trabajar para cambiarlo.

Uno crece asimilando y aprendiendo de lo que deja detrás… construyendo y proyectando lo que tiene por delante.

Crece cuando se supera, se valora, y da frutos.

Cuando abre camino dejando huellas, asimilando experiencias…

¡Y siembra raíces!

Uno crece cuando se impone metas, sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios, cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes… cuando se es fuerte por carácter, sostenido por formación, sensible por temperamento… 

¡Y humano por nacimiento!..

Cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas, recoge flores aunque tengan espinas y marca camino aunque se levante el polvo.

Uno crece ayudando a sus semejantes, conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe….

Uno crece cuando se planta para no retroceder… cuando se defiende como águila para no dejar de volar…

Cuando se clava como ancla en el mar y se ilumina como estrella.

Entonces… Uno Crece


Autor desconocido


Cuando me amé de verdad



Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme.. Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.

Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.

Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!

No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.


Charles Chaplin


Aprendizaje



Aprendí….
Que un niño que se duerma en tus brazos te da una de las sensaciones de más paz en el mundo.

Aprendí….
Que la mejor aula del mundo está a los pies de un anciano.

Aprendí….
Que cuando estás enamorado, se nota.

Aprendí….
Que una sola persona que me diga ” Haz hecho grandioso mi día!” me hace grandioso el día a mí.

Aprendí….
Que ser gentil es más importante que estar en lo cierto.

Aprendí….
Que nunca debes rechazar un regalo que te da un niño.

Aprendí….
Que siempre podré rezar por alguien cuando no tenga la fuerza para ayudarlo de alguna otra manera.

Aprendí….
Que no importa cuán serio tu vida te exige ser, todos necesitamos un amigo para relajarnos y divertirnos.

Aprendí….
Que a veces todo lo que una persona necesita es una mano que sostenga la suya y un corazón que comprenda.

Aprendí….
Que las caminatas con mi padre alrededor del manzano en las tibias noches de verano cuando yo era niño hicieron maravillas para mí de adulto.

Aprendí….
Que todas esas pequeñas cosas que suceden a diario son las que hacen que la vida sea tan
espectacular.

Aprendí….
Que debajo de la dura coraza de todos está una persona que quiere ser apreciada y querida.

Aprendí….
Que ignorar los hechos no los cambia.

Aprendí….
Que cuando planeas vengarte de alguien, sólo le estás permitiendo a esa persona que te siga lastimando.

Aprendí….
Que la manera más fácil para que yo crezca como persona es rodearme de personas más inteligentes que yo.

Aprendí….
Que una sonrisa es una forma muy sencilla de mejorar tu apariencia.

Aprendí….
Que todas las personas a las que conoces merecen ser saludadas con una sonrisa.

Aprendí….
Que no hay nada más dulce que dormir con tus bebés y sentir su suave aliento en tus mejillas.

Aprendí….
Que nadie es perfecto hasta que te enamoras de ella.

Aprendí….
Que la vida es dura, pero yo soy más fuerte.

Aprendí….
Que nunca se pierden las oportunidades; alguien más tomará las que tú dejas pasar.

Aprendí….
Que no puedo elegir cómo me siento, pero sí puedo elegir qué hacer al respecto.

Aprendí….
Que es mejor dar consejos sólo en dos circunstancias; cuando te lo piden y cuando es una situación de vida o muerte.

Aprendí….
Que cuanto menos tiempo tengo, hago más cosas.

Aprendí….
Que cuando albergas amargura, la felicidad atracará en otro lugar.

Aprendí….
Que el dinero no compra clase, ni sabiduría.

Aprendí….
Que el amor y no el tiempo, sana todas las heridas.

Aprendí….
Que debo vivir aprendiendo!!


Autor desconocido


jueves, 29 de agosto de 2019

El saco de plumas



Había una vez un hombre que calumnió a un amigo suyo; el motivo fue la envidia que sentía al ver el éxito que aquél había alcanzado en su vida.

Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo.

Visitó entonces a un hombre muy sabio a quien le dijo:

“Quiero arreglar todo el mal que le hice a mi amigo. ¿Cómo puedo hacerlo?”.

A lo que el sabio respondió:

“Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas y suéltalas una a una por donde vayas”.

El hombre, muy contento por aquel pedido tan fácil, tomó el saco lleno de plumas y partió.

Al cabo de un día ya las había soltado a todas; por lo que volvió a visitar al sabio y le dijo:

“Ya he terminado”.

El sabio contestó:

“Esa es la parte más fácil. Ahora debes volver a llenar el saco con las mismas plumas que soltaste… Sal a la calle y búscalas”.

El hombre se sintió muy triste y angustiado, pues sabía lo que eso significaba, sabía que no podría juntar casi ninguna.

Al volver, el hombre sabio le dijo:

“Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer es pedirle perdón a tu amigo, pues no hay forma de revertir lo que ya hiciste. Simplemente piénsalo dos veces la próxima vez que hagas comentarios sobre otra persona”.




Autor desconocido



Compartir tu luz



Un filósofo de oriente, contó a sus discípulos la siguiente historia: Varios hombres habían quedado encerrados por error en una oscura caverna donde no podían ver casi nada. Pasó algún tiempo, y uno de ellos logró encender una pequeña tea, pero la luz que daba era tan escasa que aun así no se podía ver nada. Al hombre, sin embargo, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás prendiera su propia tea, y así, compartiendo la llama con todos, la caverna se iluminó.

Uno de los discípulos preguntó al filósofo: ¿Qué nos enseña, maestro, este relato?

Y él contestó: “Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el prójimo. Y también nos dice que el compartir nuestra luz no la desvanece, sino que por el contrario la hace crecer”.

El compartir nos enriquece en lugar de hacemos más pobres. Los momentos más felices son aquellos que hemos podido compartir. Que Dios nos dé siempre la luz para iluminar a todos los que pasen por nuestro lado.

La verdadera amistad, es flor que se siembra con honestidad, se riega con afecto y crece a la luz de la comprensión. Si una vela enciende otra, así pueden llegar a brillar miles de ellas. De igual modo si iluminas tu corazón con amor, puede que ilumines miles de corazones.

Un fósforo es un objeto aparentemente insignificante pero tiene un gran poder: Puede encender miles de luces, pero para lograrlo tiene que arriesgar su cabeza.

¡Arriésgate a compartir tu luz, tu tiempo, tus conocimientos, tus afectos, tus pertenencias!




Autor Desconocido


El niño y el arbol



Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él, trepaba al árbol hasta el tope y éste le daba sombra. El amaba el árbol y el árbol amaba al niño.

Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol.

Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste: “¿Vienes a jugar conmigo?” Pero el muchacho contestó: “Ya no soy el niño de antes que jugaba alrededor de enormes árboles. Lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos”.

“Lo siento, dijo el árbol, pero no tengo dinero… Pero puedes tomar todas mis manzanas y venderlas. De esta manera obtendrás el dinero para tus juguetes”.

El muchacho se sintió muy feliz. Tomó todas las manzanas y obtuvo el dinero, y el árbol volvió a ser feliz. Pero el muchacho nunca volvió y el árbol volvió a estar triste.

Tiempo después, el muchacho regresó. El árbol feliz le preguntó: “¿Vienes a jugar conmigo?”

“No tengo tiempo para jugar. Debo trabajar para mi familia. Necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos. ¿Puedes ayudarme?”

“Lo siento, no tengo una casa, pero… tú puedes cortar mis ramas y construir tu casa con ellas”. El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol, pero el joven nunca más volvió desde esa vez. . . el árbol volvió a estar triste y solitario.

Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó: el árbol estaba encantado. “¿Vienes a jugar conmigo?” le preguntó.

“Estoy triste y volviéndome viejo. Quiero un bote para navegar y descansar. ¿Puedes darme uno?”.

“Usa mi tronco para que puedas construir uno y así navegar y ser feliz”. El hombre cortó el tronco y construyó su bote y con él se fue a navegar por un largo tiempo.

Finalmente regresó después de muchos años y el árbol le dijo: “Lo siento mucho, pero ya no tengo nada que darte ni siquiera manzanas”.

“No tengo dientes para morder, ni fuerza para escalar…. ahora ya estoy viejo”.

Entonces el árbol con lágrimas en sus ojos le dijo, “Realmente no puedo darte nada…. la única cosa que me queda son mis raíces muertas”.

“Yo no necesito mucho ahora, sólo un lugar para descansar. Estoy tan cansado después de tantos años”. “Bueno, las viejas raíces de un árbol son el mejor lugar para recostarse y descansar. Ven siéntate conmigo y descansa”.

El hombre se sentó junto al árbol, y éste feliz y contento sonrió con lágrimas.

Reflexión: Esta puede ser la historia de cada uno de nosotros. El árbol son nuestros padres y maestros. Cuando somos niños, los amamos y jugamos con papá y mamá… Cuando crecemos los dejamos….. sólo regresamos a ellos cuando los necesitamos o estamos en problemas… No importa lo que sea, ellos siempre están allí para darnos todo lo que puedan y hacernos felices. Tú puedes pensar que el muchacho es cruel contra el árbol, pero es así como nosotros tratamos a nuestros padres… Valoremos a nuestros padres mientras los tengamos a nuestro lado y si ya no están, que la llama de su amor viva por siempre en tu corazón y su recuerdo te dé fuerza cuando estás cansado.

Y sepamos que siempre tenemos además otro Padre en quien descansar.



Autor desconocido




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