jueves, 31 de octubre de 2019

Estoy harto de la vida



Estoy cansado de trabajar y de ver a la misma gente, camino a mi trabajo todos los días, llego a la casa y mi esposa sirvió lo mismo de la comida para cenar, la cual no me gustó mucho que digamos y tengo que comer la comida que no me gusta. Voy a entrar al baño y mi hija de apenas año y medio no me deja porque quiere jugar conmigo, no entiende que estoy cansado y quiero entrar al baño.


Después, tomo mi revista para leerla plácidamente en mi sillón y mi hija nuevamente quiere jugar y que la arrulle entre mis brazos, yo quiero leer mi revista y sale mi esposa con su:

– ¿Qué tal me veo?, me arreglé para ti-

Le digo que bien sin despegar mis ojos de mi revista. Para variar, se enoja conmigo porqu
e dice que no la comprendo y que nunca la escucho, no sé por qué se enoja si le pongo toda mi atención, es más, aún viendo la T.V. le pongo atención, bueno, siempre y cuando haya malos comerciales.

A veces quisiera estar solo y no escuchar nada, yo sólo quiero descansar; Suficientes problemas tengo en el trabajo para escuchar los de mi casa. Mi padre también me molesta algunas veces y entre clientes, esposa, hija, padre, me vuelven loco, quiero paz.

Lo único bueno es el sueño, al cerrar mis ojos siento un gran alivio de olvidarme de todo y de todos.

– Hola, vengo por ti.

– ¿Quién eres tú? ¿Cómo entraste?

– Me manda Dios por ti, dice que escuchó tus quejas y tienes razón, es hora de descansar.

– Eso no es posible, para eso tendría que estar…

– Así es, sí lo estás, ya no te preocuparás por ver a las mismas personas, ni por caminar, ni de aguantar a tu esposa con sus guisos, ni a tu pequeña hija que te moleste; es más, jamás escucharás los consejos de tu padre.


– ¿Pero que va a pasar con todo? ¿Con mi trabajo?

– No te preocupes, en tu empresa ya contrataron a otra persona para ocupar tu puesto y por cierto, está muy feliz, porque no tenía trabajo.

– ¿Y mi esposa? ¿Y mi bebé?

– A tu esposa le fue dado un buen hombre que la quiere, respeta y admira por las cualidades, que tú nunca observaste en ella y acepta con gusto toda su comida sin reclamarle nada, porque gracias a Dios y a ella tiene algo que llevarse a la boca todos los días, a diferencia de otras personas que no tienen nada que comer, y pasan hambre hasta por meses y además se preocupa por tu hija y la quiere como si fuera de él y por muy cansado que siempre llegue del trabajo, le dedica tiempo para jugar con ella, son muy felices.

– No puede ser, no, no, no puedo estar muerto.

– Lo siento, la decisión ya fue tomada.

– Pero ¿Eso significa que jamás volveré a besar la carita de mi bebe?, ¿Ni a decirle te amo a mi esposa?, ¿Ya no veré a mis amigos para decirles lo mucho que los aprecio, ni darle un abrazo a mi padre? ¿Ya no volveré a vivir? ¿Ya no existiré más? ¿Me enterraran en el panteón y ahí se quedara mi cuerpo cubierto de tierra? ¿Nunca más volveré a escuchar las palabras que me decían ¡Hey amigo eres el mejor!, ¡Hijo mío, estoy orgulloso de ti!, ¡Cuánto amo a mi esposo! O ¡papito te quiero mucho! ¡No!, no, no, no quiero morir! ¡Quiero vivir! Envejecer junto a mí esposa, no quiero morir todavía.

– Pero es lo que querías, descansar, ahora ya tienes tu descanso eterno, duerme, para siempre.

– No, no, no quiero, no por favor Dios no, por favor

– Hey, hey, ¿Qué te pasa amor? ¿Tienes una pesadilla?

Dijo mi esposa despertándome de ese horrible sueño.

No, no fue una pesadilla mi amor, fue otra oportunidad para disfrutar de ti, de mi bebé, de mi familia, de todo lo que Dios creo. Sabes, estando muerto ya nada puedes hacer, y estando vivo, puedes disfrutarlo todo. Una vez cerrando tus ojos, nadie te garantiza volver abrirlos.




Mariano Osorio

No hay comentarios.:

Publicar un comentario


Ultima Entrada

La Cigarra y la Hormiga

El sol del verano ardía sobre el campo. La cigarra cantaba a toda voz en las largas horas de la siesta, tranquilamente sentada en una rama. ...

Mas Populares